En Sueño Profético decían:
Busca el hombre a Dios pidiéndole, pero muy pocas veces ofreciéndose de las tres cosas que por fuerza Dios las deja que tenga: dinero, tiempo o palabras.
Si además de esto pones cargo, grande servicio puedes hacer a sus Palabras. Y ya alimentas cuerpo, curas espíritu y achicas el sufrimiento, y vives tranquilidad pensando: “yo a Dios Le sirvo”, que es lo que da la Paz mientras ahí vives.
Luego, Aquí, Dios ya manda a tu espíritu en consejo o en acción, pero Le haces servicio.
Si cada hombre una de estas tres cosas Le diera a diario, ¡cuántos males se quitarían y qué pocos se condenaban!
Dijo uno:
Luego, hay otra manera de dar: dar ejemplo de no vivir pecado, ni vivirlo, ni parecer que lo vas buscando. Porque en este parecer se ocultan espíritus malos, que hacen ver lo que no es, para ir de Dios alejando.
Desperté, oí:
Pídele a Dios,
y no hace falta que con palabras
te ofrezcas diciendo:
“Señor, mándame
de lo que Tú sabes que yo puedo hacer”.
“Yo sé que el 1,
el 100 me trae”.
“El tiempo, pensando en Ti,
yo le veo crecimiento”.
“Ya, tu Nombre en mis palabras,
cuando salen de mi boca,
eres Tú el que las dice”.
“Porque se ablanda la roca
y en el agua nace lumbre”.
“Lo endeble lo hace fuerte,
y lo fuerte lo derrite”.
“Pedid y recibiréis”,
dijo Dios y hoy dice,
porque Dios siempre es presente.
Es Fuente de Sabiduría
para el que esta Agua quiera.
Si la bebes, ya Lo sigues
y Él jamás a ti se niega.
Pero tienes que saber cómo pides
y el contestar que Él contesta.
***
Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 192-193-194
Si cada día nuestra ocupación principal fuera poner al servicio de Dios los dones que Él nos concedió primero, recibiríamos en nuestra vida la Fuente de Sabiduría, de Poder y de Paz; recibiríamos el ciento por uno.
ResponderEliminar