En Sueño Profético decían:
Siempre que mires al Cielo,
que sea para dar gracias
o para pedir remedio.
Que esto, hecho con Amor,
estás mandando alabanzas
y Dios te está respondiendo.
Siempre que mires al Cielo,
ten la Imagen de Dios Vivo,
y ya sabrás responder
al que oigas ofenderlo.
El hombre, si las cosas le van bien,
es obra de su talento;
Y si él lo hace mal,
ya la culpa es para el Cielo.
Que en la forma de mirar,
sin palabras,
estás oyendo si ofende
o alabanzas está diciendo.
La Tierra guarda lo sucio,
que son los pecados y el cuerpo.
Al Cielo, ya lo que entra,
se purificó en el suelo.
Desperté, oí:
Quiere esta Gloria que el hombre
viva pensando en el Cielo.
Que siempre que nombre a Dios,
sea una alabanza al Cielo.
Es cierto que el hombre es él,
cuando sale algo bien hecho.
Cuando le ha salido mal,
a Dios Lo nombra ofendiéndolo.
Si no ofende de palabras,
ofende con malos hechos.
El que vive para Dios,
le llega esto en sufrimiento.
Porque Cielo, Dios y Gloria,
siempre los lleva por dentro.
***
Libro 20 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 92-93
Nada es mérito nuestro porque vivimos por el Aliento de Dios. Por nuestros triunfos enviamos alabanzas al Cielo y ante nuestras dificultades agradecemos la oportunidad de aprender.
ResponderEliminarDeberíamos abrir la boca y los ojos, solo para albar a Dios.
ResponderEliminar