En Sueño Profético decían:
Si crees en Dios, piensas, cuando vas a hacer algo mal hecho. Pero si Lo amas, retiras el pensar, ofendiendo al pensar que no es pensar del Cielo. Ya, el no creer, te lleva al crimen y al adulterio, a robar la caridad donde otro la esté poniendo, no queriendo que practiquen las Leyes que son del Cielo.
Dijo uno:
Yo, cuando vivía vida con cuerpo, no podía darle intimidad al que no creía en el Cielo. Intentaba que vieran y que pensaran en el momento de la muerte, que esto llegaba. Y si malo era muerte sin avisar, peor era muerte avisando y no llegando.
Contaba hechos que yo había presenciado por seguir el mismo camino que mi familia había llevado.
Yo conocía a la madre de mi abuela, y los cuentos que contaba eran ayudas que al Prójimo había dado. Decía:
“Si no crees, no vas al sitio que otro cree. Y si no amas, es mejor que no vayas. Porque los sufrimientos tienes que ponértelos en ti, y ya Dios te manda”.
Desperté, oí:
Cuando este hombre veía algo hacer, que Dios no mandaba, pronto daba la respuesta:
Piensa en el día de la muerte, que esto llega.
Y si malo es sin avisar, peor es muerte avisando y no llegando.
Estas muertes, cuando llegan, tienes que estar preparado del Amor que Dios al hombre, sin descanso, está mandando.
Creer en Dios te puede llevar a amarlo.
Pero si Lo amas, el creer te está sobrando.
El Amor te quita dudas que el que no ama, siempre en dudas está pensando.
***
Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C4
No hay comentarios:
Publicar un comentario