En Sueño Profético decían:
No se puede amar a Dios y no acudir a oír su “Palabra hoy diciendo”.
No puede ser haber leído los Evangelios y no compararlos con alegría con éstos hoy dichos al espíritu, y luego al espíritu y al cuerpo, para poder dar la Enseñanza hoy, pues el hombre todo lo reforma apartándose del Camino de Dios.
Dijo un espíritu al que Dios le da Mando:
Si el hombre lee los Mandamientos de Dios y piensa en la muerte, yo creo que muerte antes le llega, al sentirse él culpable.
El primer Mandamiento no lo enseñan. Al quinto Mandamiento el hombre responde con las guerras. Y la carne que Él une, el hombre la rompe y la une al pecado.
¡Si el hombre enseñara que romper lo que Él une es el peor de los pecados, y que de aquí ya brotan con fuerza y con naturalidad los pecados!
Si el hombre no corta esta enseñanza, será el hombre como las fieras, que en el momento del hambre devoran. Pero todavía el hombre es peor que las fieras, que no se abalanzan en el momento, que el momento ya lo llevan.
Desperté, oí:
¡Qué fuerza tendrá el pecado,
que te lleva a condenarte!
Dios deja la Libertad,
hasta que el cuerpo lo entierran.
Pero siempre está mandando algo
para que vea el hombre
que de esa vida pasa a Ésta.
Desde que Dios hizo el mundo,
no ha faltado su Presencia.
Ya, cuando se hace Hombre
y Dios Hombre está en la Tierra,
tiene doble condenación
el que su Palabra no enseña.
Y el que se atreve a reformar,
¿cómo creer que el día que muera
será juzgado por el Tribunal de la Gloria?
Si esto lo cree el hombre,
no hace reforma.
***
Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C1
Queda bien claro,romper la carne que Dios une es el peor de los pecados.
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