viernes, 2 de febrero de 2018

El Amor a Dios te hace que conozcas lo de Dios o lo del hombre

En Sueño Profético hablaban de Dios y del hombre, de la duda que siempre ponía el hombre en lo de Dios. Decían:

Si eres hombre de Dios, no puedes tener duda cuando te digan esto o aquello está haciendo Dios. Lo que sí te notarás serán deseos que te quitarán la tranquilidad, por oír o ir a ver donde Dios da sus Palabras o deja huella para que vean que Dios visitó con su Poder o con su Presencia aquel Lugar, para que el hombre no olvide su Presencia en el bien o en el mal.

Dijo uno:

La duda no puedes evitar que se presente, pero si no le abras la puerta, la duda no entra y no te mortifica la Fe que tú tengas.

Da mal ejemplo el que a Dios dice que ama y duda pone y no acude para cundir lo que aquí pasa.

Cuando hay Fe, esta Fe te da alegrías, te quita dudas y ves normal que Dios esté entre el hombre que cree en Él y se ofrece a cundir sus Palabras.

Desperté, oí:

Dice mal creer en Dios, hablar de lo que dejó dicho y no buscar lo que hoy está diciendo.

Pero está peor leer “y vendrá mi Espíritu”, y no acudir teniendo el Lugar cerca, por si pudieras morir sin tiempo de arrepentimiento.

El Amor a Dios te hace que conozcas lo de Dios o lo del hombre.

Lo del hombre es escalera que subes y bajas.

Lo de Dios es subida que el hombre jamás puede bajar ni pasar.

Que la duda no le va, porque no tiene palabras que puedan justificar que Dios no da estas Palabras.


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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C6

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