En Sueño Profético decían:
Si el hombre pensara antes de hacer, no podría hacer nada mal hecho que ofendiera a Dios, ni de palabra ni de hechos. Si el hombre pensara “esto que voy a hacer, ya Dios lo está viendo”. Porque Dios es Presencia en Espíritu y con Cuerpo.
Dijo uno:
Que al que Lo ve con Cuerpo, no le extrañó nada, lo que le extrañó fue el verlo. Y ver tanta Altura que le diera Mando, para que su Presencia no quedara en secreto. Éste si pensó, en todos sus actos: “Yo sé que Dios me está viendo, porque siento empuje para hacer lo bien hecho, y siento retirada para no hacer nada que Él no mande”.
Si el hombre tuviera siempre este pensamiento: “Yo sé que Dios me está viendo”, no podría pensar nada más que a Dios querer verlo. Y el pensar le haría ver los grandes méritos que tiene el que dice: “Yo esto no lo hago porque Dios me está viendo. Si es Dueño de todo, es dueño de mi miserable cuerpo. Y antes de que yo piense, El ya sabe mi pensamiento”.
Desperté, oí:
Ten a Dios dentro de ti
y borra los pensamientos
que a Dios puedan hacer sufrir.
Antes de hacer el bien,
Dios estará allí.
Porque su confianza dijo:
¡Señor, ven a mí!
Haz que mi pensamiento
lo ponga yo en Ti.
Y veré camino recto,
y sabré que te sigo a Ti.
No rechazo sufrimiento,
pero que sienta tu Voz
dentro de mi mismo cuerpo.
Esto es la confianza
de saber que Dios es Presencia
en todos tus momentos.
Si haces este vivir,
puedes un día
verlo delante de ti.
Verlo con Cuerpo,
porque si Cuerpo
Él te está viendo a ti.
***
Libro 29 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C6
No hay comentarios:
Publicar un comentario