En Sueño Profético decían:
Publicar lo que aquí dice Dios es publicar Evangelio.
Ir al Prójimo es pensar que a Dios vas a Verlo.
Si tú no vas a juzgar lo que estás viendo, ya obedeces a Dios y a Dios mandas respuesta de su Evangelio.
Si el caído te preocupa y necesitas ayuda para levantarlo del suelo, ya Dios te mandará ayuda, porque Dios sabe tus fuerzas, tus deseos y el querer que todos quieran a Dios y a todo lo que habita en su Reino.
Dijo uno:
Al publicar estos Escritos, algo se te mueve en el interior de tu cuerpo, cuando queriendo o sin querer te llegue pensar: “Yo no hago esto que es lo que Dios dejó dicho cuando vivió con Cuerpo, y que quedó por Nuevo Testamento”:
“Amaos como Yo os he amado, y que mi Enseñanza la hereden todas las generaciones, por ser Palabras de Vida Eterna”.
Desperté, oí:
El que coja estos Mensajes en sus manos, antes de desmentirlos, pida a Dios que se quede ciego y luego diga:
“Señor, mi lengua tampoco quiero”.
“La muerte sería acabar con el ejemplo que yo iría dando”.
“Y que podía hacer pensar a muchos”.
Es de espíritus malos el desmentir esto que es dicho en el Cielo.
Que es dicho en el Cielo y en la Tierra lleva acción.
Que esta acción es la que pone silencio al que quiere decir que no es Arrobo de espíritu.
Ya el silencio es enano,
y el escándalo, gigante.
¡No hay mentira en crecimiento 30 años!
Porque la verdad se agranda
y la mentira se achica.
La verdad en el camino de Dios
jamás puede ser escondida.
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Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C6
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