El Poder de Dios anula al hombre

En Sueño Profético decían:

El que lleva a Dios por dentro, el Dios afuera le sale. El que no Lo lleva dentro, temprano o tarde se queda al descubierto.

Es duro fingir mentira en todo lo que pertenece al Cielo. En cambio, cuando hay verdad, lo difícil pronto has hecho.

Son fuerzas que manda Dios para que las vayan viendo. Que estas fuerzas son de espíritu, que las presenta a tu cuerpo para hacer a Dios servicio, para salvación del hombre que tiene a Dios en olvido.

Dijo uno:

Hay cosas de Dios que no necesitan compañera, cuando llegara el momento que el hombre no quisiera que eso fuera.  Pero el Mando de Dios es compañero y Poder.

Luna hay una sola.
El Sol sale sin compañero de Tierra,
y quiera el hombre o no quiera,
el Sol sigue su carrera.

Al día no le hace falta otro día,
cuando la claridad empieza;
ni la noche aparta el día
y con otra noche no se encuentra.

¡Todo es Poder de Dios,
quiera el hombre o no quiera!

Desperté, oí:
Va el arrobo
a que el Poder de Dios
anula al hombre.

Si el hombre no quiere día,
el día a él no obedece.

Si la noche quiere larga,
la noche es como Dios quiera.

El Sol lleva rayos fuertes
que desafían al hombre.
Y la Luna no te guarda
la oscuridad que tú quieres.

Pues piensa en la Palabra de Dios:
¿quién callarla puede? 

No se han nombrado
ni los temblores de tierra,
ni la bravura de los mares,
ni la vida de tu cuerpo,
que tú no puedes pararte.


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Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C1