En Sueño Profético decían:
Si quieres amar a Dios, di:
Señor, yo quiero amarte.
Si el pecado te persigue,
llámalo y di:
Señor, antes morir
que enfadarte.
Haz que sienta algún espíritu
que de tu Gloria me mandes,
que cuando estuvo con cuerpo,
yo no quería enfadarle.
Si la soberbia y la ira
a mi cuerpo ves que llega,
quítame la Libertad
y castiga mi conciencia,
teniendo siempre presente:
“A Dios no le gusta la ira
ni la soberbia,
y yo no obedecí su Palabra”.
Esto, si en tu interior lo escribes
y una vez al día lo repasas,
acortarás tus defectos
y darás buena enseñanza.
Desperté, oí:
Estas palabras las oí yo
y Dios me manda dictarlas,
de un buen hombre
que vivía de la enseñanza.
Decía:
Si Dios oye de tu espíritu o de tu boca
que quieres amarlo,
Él te pondrá como camino fácil
el seguir sus Pasos.
En lo que sepas que Dios no quiere y lo hagas,
piensa que estás poniéndole corona de espinas,
y a la Virgen Madre, dándole lágrimas.
Lágrimas de sangre por dentro,
aunque los ojos den agua.
No hay quien diga “Señor quiero amarte”
y no sienta la Divinidad del Amado.
No hay palabra que más diga,
que digas: “Señor, Te amo”.
***
Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C8
Amor a Dios es el camino que nos lleva hasta El
ResponderEliminarNo hay más camino que el Amor