En Sueño Profético hablaban del sufrimiento. Decían:
Si el sufrimiento te llega, sin avisar o avisándote, se verá lo cerca que estás de Dios en la forma de llevarlo.
Hay sufrimientos que crecen por estar de Dios retirados; y otros, tú los haces grandes por no pensar en el sufrir que otros tienen sin poder remedio darle.
El sufrimiento tienes que recibirlo, siendo tú el más allegado, con más Confianza en Dios. Y ya sirves de bálsamo para aquel que tenga quejas del sufrir que aún no ha llegado.
Dijo uno:
El sufrimiento con Dios es abono para que el sufrir quede estancado. El sufrimiento crece más si este abono no le han echado. La vida material siempre te irá presentando sufrimientos grandes o chicos, que muchos son por el hombre buscados.
Hay quien agranda sufrir por no saber el chico quitarlo.
Desperté, oí:
No cojas el sufrimiento como abrigo
en sitio que esté nevando.
Cógelo como pasamanos de escalera que,
aprisa o despacio,
vas cogiendo y soltando.
La Fe en el sufrimiento, pensando:
“esto Dios le da el arreglo”,
el sufrir se va achicando.
Te hace que vean en ti
que Dios te irá iluminando.
Al hombre le cuesta más trabajo
achicar el sufrir que agrandarlo.
Si se acerca a Dios, lo achica,
y lo agranda
cuando se siente de Dios retirado.
Sufrimiento pensando en Dios
es herida que espera el bálsamo,
y no llega desesperación.
Que es el mayor sufrimiento
para apartarte de Dios.
***
Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C5
Si meditamos en la vida de Jesús y de Su Madre podemos ver lo que son sufrimientos y la manera en que hay que llevarlos ,pero los humanos no nos detenemos ni un momento en la Escuela de Dios.
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