En Sueño Profético decían:
El que va al Prójimo, cree las Palabras de Dios. El
que va al Prójimo, siente Presencia de Dios.
Hay quien cree que ir al Prójimo es sólo llevar comida
y ropa. Esto es un mando que Dios da. Pero tiene otros mandos, que son ayudar
en el sufrimiento, y en la enfermedad, ofrecerte a quitar la soledad. También
la vejez debes tenerla presente, ya que los años no paran ni para el rico ni
para el pobre. Que si vejez tratas mal, a ti, mal, cuando llegues a viejo, te
tratarán. Si vivió pecado, compadécelo y no trates de imitarlo. Esto, si lo
vivió y ya lo olvidó. Que si lo entras en el rebaño, Dios te elige y te premia
porque al Prójimo has buscado.
Dijo uno:
Yo veía más compadecido al que pedía limosna que al
que ya estaba retirado del pecado, que era entonces cuando le recordaban el mal
que ya había dejado.
Conocí a un bebedor que siempre iba doblado, que
cuando estaba caído, nadie ayudaba a levantarlo. Y cuando dejó el vicio, los
insultos de los familiares y de la gente lo metieron en la cama con enfermedad
grave. Se negó a comer y el llanto no le faltaba.
Desperté, oí:
Aquí no hubo caridad porque no era hambriento. Era
pecador de vicio, que yo a éstos les llamaba enfermos.
Iba parando a la gente y pidiendo que lo ofendieran.
A más de uno les dije:
Vamos a pedirle a Dios que antes de vivir así nos
compadezcan por lepra.
Con una enfermedad podemos ser compadecidos y morir en
nuestro hogar.
Dios, cuando te manda al Prójimo, te manda que ayudes
y no juzgues.
Porque en el Juicio Final es Dios el Juez Supremo.
El que quita la entrada a su Gloria, o con el Perdón
la entrada te da.
***
Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C1
Que grandes Palabras!!!!
ResponderEliminarNo hay bocas bastantes para dar gracias a Dios por esta enseñanza.