sábado, 18 de diciembre de 2021

Las corderas y el pastor

En Sueño Profético se vio el campo, y un pedazo grande lo cubrían unos corderos, que el verlo te decía que allí estaban, pero no porque ruido dieran. Había dos hombres sentados en una piedra, que parecía que estaba sembrada porque se veía la mitad de la piedra, y estas palabras decían:

Tú hazte amigo de Dios y siempre verás bien su Mando. Tú hazte amigo de Dios y cuéntale tu pasado, y ya oirás el Perdón en silencio, como me oyen a mí mis corderas aunque no oigan mi mando, porque todas saben que yo las estoy mirando y que no las dejo solas, porque de momento en momento me acerco a ellas y hago camino entre cordera y cordera. Pues si yo que soy pastor cuido tanto de ellas, qué hará Dios con el que diga: “Señor, quiero ser tu cordero y que Tú seas mi Pastor. Antes de entrar en Tu Rebaño no fui bueno, pero ya, con Tu Perdón, seré cordero manso”.

Desperté, oí:

Esto ocurrió hará tres siglos cuando acabe éste.

Yo me paré y, cuando terminó el pastor, el compañero le dijo:

“Me has quitado el pensar triste que mi cara no ocultaba”.

“Ya me siento alegría”. (En este momento el balar de unas cuantas corderas se oía).

Las corderas y el pastor le llevaron a que cambiara de vida y a que confiara en Dios.

¡Qué paz daba el campo con aquellas pieles de lana juntas y el pastor hablando!

Si el pastor no hubiera sido de Dios, no lo habría escuchado el pecador.

Porque el pecador buscaba a alguien que de Dios le hablará.

***

Libro 40 - Dios Habla en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C1

1 comentario:

  1. La Oración que contiene el Mensaje la apunto para mi librito de oraciones.
    Es muy bueno guardar todas estas oraciónes para rezar como Dios manda.

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