En Sueño Profético hablaban del Amor de Dios. Decían:
Este Amor, sin sentirlo, no puede
hablarte Dios. Este Amor da la alegría con la Presencia de Dios. Que tus obras
Lo buscaron porque creías las Palabras que escritas dejó, y que ahora Aquí
dictan:
“En el Prójimo estoy Yo. Y vuestras obras van diciendo que sois míos.
Donde vivan pecado, cerrarles la puerta, porque el pecado es lo que más ensucia
a los que siguen mis Pasos”.
Dijo uno:
Quien dude de estos Mensajes, no
cree en Dios ni en su Gloria. Quien dude de estos Mensajes, qué mal lo va a
pasar cuando llegue el momento –que tiene que llegar– que Dios al Elegido le
prohíba amistad con ellos cuando le pidan porque les llegue enfermedad.
Desperté, oí:
Cuando el Elegido no pueda hacer
algunas peticiones, que hoy hace, entonces el que hoy no cree, lo va a creer.
Dios admite pedir el Perdón, pero
no obliga a que Lo quieran.
Decían en la Gloria, que el que siente este Amor, es distinto a otra persona.
También decían, que en el sitio
donde existía pecado, de acción o de palabra, que la amistad del Elegido fuera
negada.
Porque el pecado ensucia estas
Palabras.
Que también las puede ensuciar tu
cuerpo, si ropa no sabes llevar y tu carne escándalo da para el que la mire.
Que esto no llega si a Dios se Le
pide Luz para ser bueno.
Amando mucho a Dios, pisas el
pecado y la tentación que te atormenta para que digas “esto no es malo”.
***
Libro 45 - Te Habla el Profeta - Tomo VI - C4
Cuantos Consejos Divinos nos deja Dios en estos Mensajes.., que son Evangelio, Evangelio antes dicho hoy diciendo.
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