jueves, 18 de agosto de 2022

Dios a todos quiere, pero todos a Dios no quieren

En Sueño Profético se oían estas Palabras:

Cuando Dios elige es porque el Amor lo llama.

Cuando Dios elige es porque el Elegido siempre aceptó todo lo que le llegaba.

Antes de que elija Dios, tienes que hacer una vida de Enseñanza, que es sencilla si hay Amor. Este Amor da Paz, da Paciencia y quiere que todos quieran a Dios. Esto ella lo tiene acampado en su pensamiento, por si Dios le diera fuerzas para que este Pregón de Amor, a la Gloria a más trajera.

Dijo uno:

Todo lo que se ha estado hablando ha sido para que este espíritu pueda hablar de cómo Dios elige. Que esto lo saben pocos.

El hombre cree que Dios, por ser Dios, elige a cualquiera. Esto tienen que pensarlo y estudiarlo.

Dios a todos quiere, pero todos a Dios no quieren.

Dios a todos perdona, pero todos no piden el Perdón por Amor. Lo piden cuando tienen la muerte cerca y ya no pueden pecar. Éstos no pueden ser Elegidos para enseñar. Para ello tendrían que abrazar el sufrimiento y a Dios, cada día, quererlo más.

Desperté, oí:

Hablaban en la Gloria de cómo esta Enseñanza tiene que vivirla el que Dios elige.

El pecador que deja el pecado da una Enseñanza de arrepentimiento y Dios lo perdona y del Perdón va hablando.

Pero el que amó y aceptó sufrimientos y Dios lo eligió, dándole un Mensaje en arrobo y Poder para ir publicándolo, éste puede enseñar y quitar del pecado.

Porque amó y buscó, no para pedir el Perdón y sí para llevar a otros a la Gloria.

El Elegido tiene resistencia de columna de mármol.

Que esto tienen todos que valorarlo.

Por ver la aceptación que a todo lo que le llega le va dando.

Todo lo acepta para a Dios no disgustarlo.

Y para que no ofendan a Dios por no entender lo que es Elegido.

Dios elige para que el Elegido enseñe a vivir como él.

Ha vivido y vive amando cada día más. Que esto, el que lo sigue, sabe que es verdad.

Compara su sufrimiento con el que a Dios Le hicieron y Le siguen haciendo.

Si quieres que Dios te elija para enseñar, di esta oración en silencio:

“Señor, yo aguanto todo el sufrir que me venga, pero ábreme caminos para que cada día yo más Te quiera”.

***

Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C7

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