En Sueño Profético decían:
No hay cosa que justifique más al que diga “Dios me
habla”, que la vida de entrega al Prójimo. Que esta vida la hace porque sabe
que algo deja de consuelo y de Paz. Que esto es lo primero que deberían ver los
cristianos y compararlo con la caridad que ellos hacen.
Dijo uno:
Esto hay que compararlo con el que da comida porque le
sobra, de la que él ya ha comido. O con el que no ha empezado a comer, tiene la
comida en la mesa, con grandes ganas, y le da la mitad al hambriento y le dice:
“ven mañana y comeremos juntos”.
Pues piensa lo que hace el Elegido: ocultar su
sufrimiento y buscar al que sufre para achicarle el suyo. Que éste quiere que
lo que es de Dios no se oculte, y que lo que no es de Dios, se desprecie.
Que piensen que todo lo de la Tierra, en la Tierra
queda. Y todo lo de la Gloria que viva el cuerpo, el espíritu lo trae al Reino
de Dios. Que aquí se ven actuaciones que no son de la Tierra. Que a estas
actuaciones el hombre les da varios nombres, pero su nombre es que esto nadie
puede hacerlo como no sea Dios. Que pensando así, Dios puede, en un Sueño,
traerte Aquí.
Desperté, oí:
Se han nombrado muchas actuaciones del que Dios trae
Aquí, pero han quedado muchas sin nombrar.
Quiere que todos vean, lo que Dios manda, bien
mandado.
Quiere que no se enfaden cuando da el mando.
Y que piensen que Dios es el que está actuando.
Tiene que quitársele el sueño y pedir Perdón a Dios el
que tuvo Llamada y no contestó.
¡Da pena decirse cristianos y no acudir a donde Dios
hace milagros!
***
Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C3
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