En
Sueño Profético hablaban del Poder de estos arrobos, de la Paz que van dejando al que
cree que habla Dios.
Dijo
un espíritu de la Gloria:
Del
espíritu que Dios trae Aquí, debería ser publicado todo lo que ve con el Mando
que Dios le da para enseñar al hombre que cumpliendo los Mandamientos de Dios,
que son la Ley de la Gloria, Aquí viene. Y si en la Tierra no cumple su Ley,
Dios le cierra estas Puertas. Porque si entraran en la Gloria espíritus que han
vivido el mando de Satanás, ya no sería la Gloria.
El
hombre, con su adelanto, quiere meter en la Gloria espíritus condenados.
Debería
servir el adelanto para achicar cada día más el pecado, y para que llegara el
día que de esto se hablara con gran extrañeza: de perder la Gloria por hacer
pecados, por haber tantos estudios que al pecado dejaran al descubierto.
Dicen
en la Gloria que, hace muchos siglos, un analfabeto podía pecar por dudar de lo
que Dios habla en su Evangelio. Podía, como niño, coger la inocencia y ser
engañado. Pero en los tiempos del adelanto, no puede haber engaño. Lo que se
hace es enseñar y aprender a Dios no querer.
Desperté,
oí:
No se
oía en la Gloria nada más que la palabra “pecado”.
Culpaban
a la enseñanza de decir que en los tiempos modernos y de cultura no era nada
malo.
Que
hembra y varón podían vivir juntos sin llegar al pecado.
Y que
con educación los respetaban aunque vivieran pecado.
Este
Caso es tan grande que, el que no ama a Dios, quiere ensuciarlo.
Tus
ruegos son reloj en espíritu, que no descansa minuto, porque el Amor a Dios le
da la cuerda al reloj.
***
Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C2
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