domingo, 28 de agosto de 2022

El Amor es el intérprete del espíritu a la carne

En Sueño Profético decían:

Dijo Jesús en el monte:

Venced las tentaciones y castigaréis al espíritu del mal.

Haced el bien donde el bien haga falta, y quedará derrotado.

El que no está conmigo no oye mi Palabra, y si la oye no la cumple.

Pensad que al bien siempre lo persigue el mal, para que el bien no se haga y no destaquen los míos.

El que diga que Me conoce, si hace un mal chico, lo verán grande. Es mejor que me niegue, y así acortará el daño.

El que reforme mis Palabras o intente reformarlas, ya no cree que sea Dios Hijo, del Padre enviado y que luego voy a Él, y siempre habrá un solo Dios en Cielo y Tierra.

Creed que soy Dios, y el creer os defenderá el entendimiento.

Si os falta creencia, seréis como surcos en la tierra por estudios que tengáis, que sólo conocen el arado cuando el peso les aprieta.

Desperté, oí:

Si quieres corregir a Dios, fírmate como surco de Tierra.

Si quieres seguir a Dios, no hagas nada que mal vean.

Si quieres que te conozcan por amar a Dios del Cielo, tienes que ir haciendo el bien y tentaciones venciendo.

¡Qué confianza te daban las Palabras del Maestro!

Él hablaba para todos: rudos, cultos y para los que quedaban en medio.

Y ya, al que más creía, le acudía el Amor y todo lo comprendía.

Si Dios utilizara dos lenguajes no sería el Dios del Amor, ni para todos los hombres el mismo Padre.

Sus Palabras son sencillas.

Y ya, el que ama, no verá otras iguales.

El Amor es el intérprete del espíritu a la carne.

***

Libro 74 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IX - C7

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