En
Sueño Profético
repetían Palabras que Dios Hombre dijo a sus Discípulos:
Si
os llega el pensar: ¿Si es Dios, cómo pide y permite que Le nieguen lo que es
suyo y por Él creado? Si os llega este pensar, no detenedlo ni conversar con
él, porque entonces os vendrán muchos más y os apartarán de Mí cuando llegue el
momento de que mi tiempo se cumpla y sea por el hombre mi Cuerpo clavado en la
Cruz y mi Cabeza echando gotas de sangre por los pinchos de la corona que Me
pongan.
Cada
día que pase os vendrán más pensamientos haciendo comparaciones de que Yo no Soy
Dios. Que todo este pensar es de espíritus satánicos.
Estad
también preparados, porque intentaran ensuciar vuestro camino con la acción del
pecado, que aquí es fácil, aunque vosotros no queráis ensuciarlo. Pero ellos no
lo hacen por vosotros. Ellos lo hacen por Mí, para que Yo vea que vosotros
tampoco creéis en Mí como Único Dios en la Tierra y en el Cielo.
Estad
preparados para el engaño hasta que vean la Resurrección de mi Cuerpo y dejar
la fosa vacía. Pues a pesar de esto Me buscarán. Yo Me presentaré con las
heridas en mi Cuerpo y diciendo que lo cundan. Que se ha cumplido todo lo que
mi Padre dijo antes de bajar Yo de Hombre a la Tierra.
Pensad
que todo el pensar que os venga, si no va de mis Palabras, es del hombre, pero
no de Dios Padre en el Cielo y Dios Hijo en la Tierra, que es el que estáis
viendo.
Desperté,
oí:
Si el sufrimiento de la negación a lo que pedía les
hacía pensar que no era Dios, ¿qué pensarían cuando Lo vieran clavándolo en el
madero?
Él quería prepararlos para que el espíritu del mal
no los tentara con el pecado de la carne.
Quería que no dudaran de sus Palabras, aunque Lo
vieran que se entregaba al hombre para crucificarlo. Si no hay Muerte no hay
Resurrección.
Que esto es lo que el hombre no hubiera querido,
para no tenerlo escrito.
Que todo fue cumplido como lo dijo Dios Padre, que
era el mismo Dios Hijo, aunque veías a un Hombre.
Quería que no conversaran con los espíritus que
estaban en su contra.
Estos espíritus, unas veces cogen cuerpos para decirte
palabras que van en contra de Dios.
Otras veces toman aposento, porque tú los llamas con
las dudas que tú guardas de lo que has visto o estás viendo.
Estos espíritus han estado viviendo en cuerpos que
no han creído en Dios, o han creído y no han amado, que es mucho peor.
Los espíritus del mal son pronto conocidos en
palabras o en acción.
Este Mensaje se llama “Jesús prepara a sus
Discípulos para su Crucifixión”.
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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C1
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