En
Sueño Profético decían:
Si
sientes Amor con Paz, pon la mirada en el Cielo. Esto, cuando sientas el Amor y
guardes sufrimientos. Pues piensa que si no es Amor de Dios, no hay Paz ni tu
mirada va al Cielo.
Dijo
el Poder de Dios en un espíritu que está en su Gloria:
Este
Elegido pregona el Amor que lleva dentro, y su sufrimiento es no poder hacer
que todos comprendan lo que Dios dice en su espíritu.
Decían
que era diferente ser un espíritu que Dios lo trae a su Gloria para que vea y
hable de lo que ve y de todo lo que a él le pasa, a un espíritu elegido para
que enseñe, con cuerpo y espíritu, cómo vivir para no perder la Gloria. Este
espíritu, cuando Dios lo lleva al cuerpo, es con mando para que se publique
todo lo que Dios le habla y le hace que vea en su Gloria. Pues esto no puede
quedar en silencio, porque si queda, ya viene el sufrimiento. No sería sufrir
cuando el que conoce este Caso cogiera clases para ir enseñando. Pero el
espíritu del mal lo que quisiera es que todos hablaran mal del Lugar que hoy es
Caso único. Esto es lo que no deben olvidar los que siguen estas Palabras.
Desperté,
oí:
El
sueño llegó con Amor de Dios.
Y más
grande era el Amor cuando oías las Palabras dichas con el Mando de Dios.
Termina
el Mensaje con estas Palabras:
¡Amor de Dios,
qué
grande eres!
¡Que me pones alegría
donde
el sufrir me ponen!
***
Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C7
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