En Sueño Profético decían:
¿Cómo podrán tener duda de que esto sea dicho
por espíritus de la Gloria, dictado con el Mando de Dios?
¿Cómo no verán consejo para que hagan lo que
contenta a Dios?
Deberían ir puntuando, al día, al Elegido, el
bien que va dejando. Esto, en lo que se ve. Que él, en lo que no se ve, va
haciendo milagros. Siempre queriendo dar Paz para los días acortarlos, cuando
son días de sufrir por lo que se ha presentado. Quiere que aprendan de ella,
aquí lo pueden ver claro, y el profesor nunca quiere que el alumno sepa como el
que está enseñando.
Dijo uno:
Y hay profesiones que se tapan para hacer los
trabajos, y engañan cuando preguntan, por temor a ser copiados. En cambio, en
lo de Dios, tú quieres ir enseñando y que todos los caminos contigo vayan
pasando.
Desperté, oí:
Todo el sufrimiento viene
por no creer esto
con la altura que tiene.
Si creyeran,
obedecerían y copiarían
todo lo que el Instrumento hiciera.
Ya está llegando el momento
de que el Instrumento diga:
“Dios me dice que esto calle.
Dios me dice que esto diga”.
Y una vez que esto llegue,
el Instrumento no conoce,
él cumple la Ley que le digan.
El alfarero moldea
para darle valor al trabajo.
Y el Elegido quisiera
que de él fueran copiando.
Dice mal que el profesor
vaya con miedo enseñando.
Pídele Perdón a Dios
y que corrija tus defectos.
El Perdón llega
cuando es pedido
primero por dentro
y luego por fuera.
***
Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - Cierre del Libro
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