En Sueño Profético decían:
Las alegrías apartan el
sufrimiento que la Tierra pone en los cuerpos.
Dijo el Mando de Dios en un
espíritu de su Reino:
Pero piensa que tienen que ser
alegrías que lleguen por el camino de Dios. Y ya se reciben los sufrimientos
comprándolos con los sufrimientos de Él, que Le da el hombre.
Este pensar lo piensa este
Elegido:
“Señor, no me enfado, porque
tengo que pensar, antes de enfadarme, en lo que Tú haces y en el mal pago que
Te da el hombre.”.
Pues el que crea y ame, sufre más
si él no sufre. Porque ya es coger el sitio que a Dios le pertenece, por ser el
Dueño de todo lo que hay en la Tierra, y con Poder único para que los cuerpos
no vivieran. Este responder lo piensa el Elegido con otras palabras dichas a su
manera, por no ser palabras de Mensajes, que son palabras de Amor, que por
dentro quedan.
Desperté, oí:
Esto son palabras del Elegido,
unas, dichas largas, y otras, cortas.
Todo es querer que el Poder de
Dios se vea con el Amor que le tiene al hombre.
¡Es lástima que Dios tenga que
llamar a unos y a otros que condenar!
Si el hombre pensara lo que es
Dios, sin Amor no podría poner en su boca el nombre de Dios.
Esto es gran premio, tan grande,
que no hay otro igual que con éste se pueda comparar.
Pero hay momentos que por lo que
piensas, a Dios Le pides Perdón.
Y es que el Amor tiene su fuerza,
y donde más aman a Dios, allí se queda.
Aquí, que todo el tiempo sea para
buscar y cundir esto que dicen Aquí.
El pensar del Elegido no es dicho
en la Tierra, es mandado por Dios. Y ahora, para Enseñanza, Dios manda
dictarlo.
Si esta Enseñanza fuera copiada y
aprendida, ninguno se condenaría.
***
Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C7
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