domingo, 18 de febrero de 2024

Que por vuestras obras vean que sois cristianos

En Sueño Profético hablaban de la palabra y de la acción, de cómo es la persona cuando tiene Mando de Dios. Decían que esto es algo que de ti tira y sientes satisfacción, porque ves que es una vida que va impregnándote de Dios. No le hacen falta palabras, te lo va diciendo la acción.

Dijo uno:

Dios, cuando mandaba a los Discípulos, les decía que primero pusieran la acción, y la palabra la podría decir el que viera la acción. Pero que si no había acción, las palabras no hacían bien, hacían mal. Que el que acción mala hiciera y dijera, “yo soy Discípulo del Maestro, Dios bajado del Cielo”, ensuciaba este Nombre, que es Único porque otro Dios no hay.

Desperté, oí:

Decían en el arrobo, que la persona se conocía más por sus actos que por sus palabras.

Piensa, oír decir “yo quiero a Dios”, y no cumplir Sus Palabras.

O “yo soy católico”, pero lo ves que no tiene caridad y que a Dios no lo nombra.

Ahora habla la acción:

Al Prójimo lo busca con alegría y sin cansancio.

La caridad la practica y la va contagiando.

El perdón no lo niega si ve que a Dios van buscando.

Levanta al caído que por su mal vivir se ve despreciado y busca el ser perdonado.

Si le llegó sufrimiento, a Dios llama en el silencio, para que nunca por nadie sea culpado.

Esto es Amor a Dios sin palabras, sólo acción que cumple lo que dijo Dios:

“Que por vuestras obras vean que sois cristianos”.

***

Libro 40 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C1

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