jueves, 22 de febrero de 2024

Queriendo sin descanso

En Sueño Profético hablaba uno de las fe­chas del año en las que había que querer más a Dios. Otro, esto contestaba: “Yo creo que el querer, queriendo sin descanso, no tiene fe­chas, días, meses ni años. Cuando es un querer sentido siempre tienes el Nombre de Dios con­tigo, y el de la Madre Virgen, recordando có­mo pudo Tenerlo en sus brazos después del hombre Matarlo con clavos y martillo, y su Ca­beza llena de pinchos”.

Ya sigue el Mensaje un Discípulo de Dios, Maestro para sus Discípulos:

Todo lo que pasó la Madre Virgen, ya Dios Hi­jo nos lo había dicho en una de las cenas. Nos contaba el sufrir que el hombre Le haría, pero quería que nosotros abrazáramos el sufrir, pensando en su Resurrección. Decía:

“En el sitio que esté mi Cuerpo enterrado verán la fosa vacía, y ya Me presentaré con Cuerpo, que llevará el Poder que mi Padre Me ha puesto”.

Esto, cuando lo oíamos, no nos salían palabras y quedábamos unos mirando al Cielo y otros al suelo.

Este sentir, amando con grande Amor, siem­pre lo llevas dentro.

Desperté, oí:

Sigue tu mismo sentir, sin fechas para que a Dios más puedas Quererlo.

Que nosotros, los Discípulos, no teníamos día que más Lo recordáramos.

Para nosotros era Dios Hijo y Maestro.

Sentíamos un Poder tan grande, que nos hacía estar siempre hablando de Él y de los nom­bres que nos decía.

Cuando el contacto de Dios, Dios te lo da, ya tu espíritu no tiene fechas para amar más.

Pero para esto tu vida la tienes que vivir con diferencia a todos los demás.

Tú sigue actuando con tu pensar, sin diferen­cia de días para a Dios nombrar y amar.

Al que lea este Mensaje, sabiendo que Dios to­dos los días te arroba el espíritu, no le puede extrañar lo que Dios manda dictar.

Un Discípulo de Dios

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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C7

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