jueves, 8 de febrero de 2024

Señor, lo que yo haga mal, dímelo

En Sueño Profético decían:

Se ve más aquí que actúa Dios por la aceptación que el Elegido le tiene a todo lo que le llega. Que cuando le llega pone este pensar: “¿Quién soy yo para querer que hagan las cosas como las hago yo? Si Dios las quiere o las permite, pues igual hago yo. Señor, lo que yo haga mal, dímelo”.  

Dijo un espíritu de la Gloria:

Este pensar del Elegido, si lo pensaran, verían que es más verdad que Esto no es de la Tierra. ¿Quién puede decir “a mí Dios me dice lo que yo pienso”?

Desperté, oí:

Haciendo tu mando, que el mando no es tuyo, que es Mando de Dios, puedes apartar sufrimientos y pensar en Dios.

Y ya, este pensar te hace que vivas con cuerpo ahí, y con espíritu Aquí.

Tu sufrir es por querer que los que estén cerca de este Caso, de valor Divino, sean conocidos por llevar tu compaña en persona, en memoria y en palabras.

Si estudiaran estos Mensajes, verían el Permitir de Dios y la fuerza del mal.

Repetían mucho que no es creíble que el Poder de Dios tenga que estar detrás del hombre para darle un bien.

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Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C6

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