En Sueño Profético decían:
Yendo un día
Jesús enseñando a sus Discípulos cómo cundir más sus Palabras, se paró en la
salida del pueblo y dijo:
“Hoy oiréis muchas veces el nombre de “fariseo” y el
de “hipócrita”, porque a ellos van mis Palabras. Fariseo o hipócrita no es
dicho al que no cree en mi Padre ni al que no cree que Yo sea el mismo que está
en el Cielo. A éste no le va el nombre de hipócrita, porque él mismo va
diciendo por fuera lo que encierra por dentro. Si el cofre está abierto no
necesitas llave, ni llamas al cerrajero. Hipócrita es el que compadece al que
no ha caído y no levanta al que ve en el suelo. El fariseo cubre apariencia y
va en contra de Mí cuando cree que mi Padre en Mí no lo está viendo”.
Desperté, oí:
Dios le dio
este nombre al hombre que Lo seguía y no cumplía sus Palabras.
Al que Lo
ofendía y Le ponía buena cara.
Que en vez de
defenderlo, como a Él le demostraba cuando no lo veían, Lo vendía de palabras.
Para éstos
fue dicho el nombre de “fariseo”.
Y el de
“hipócrita” es sentir lástima por el que cojea y dejar en abandono al que las
piernas le faltan.
***
Libro 74 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IX - C7
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