En Sueño Profético decían:
Para saber de esta Verdad di sólo: “Señor, saber quiero”. Y
ya, con este quiero, coge en tus manos lo que dicta el Cielo y verás puro
Evangelio.
¿Quién puede tener escrito, todo dictado del Cielo, tantos
temas intocables que no pueden reformar ni teólogos ni profesores académicos?
Aquí sobra la defensa que el hombre poner quisiera.
¿Quién te puede aclarar lo que tu cabeza piensa mejor que
estos Libros, que los puedes poner en la mesa, y tus manos en la frente dando
gracias a Dios por esta Grandeza que el hombre tiene en abandono por las cosas
de la Tierra?
Dijo uno:
Estos Mensajes te hablan de cuando Dios Hombre estuvo en la
Tierra. Que ya hay Libros hechos con el nombre que Dios en el arrobo dijo que
se pusiera, y que aquí se pone: “Hechos de Jesús perdidos, hoy dictados en
Gloria”. Todo es dicho en Arrobo al espíritu, y luego, el mismo Mando dicta
para que quede escrito y el hombre estudie, para que siempre tenga presente que
Dios es Vivo.
Desperté, oí:
Tan sólo con esta última Palabra que termina el Arrobo, si el
hombre la pensara, vería Presencia de Dios por donde mirara.
Y al ver su Presencia, no sobraba nada ni faltaba.
El que tuviera de sobra, de su sobra daba, y ya era ir al
Prójimo como Dios manda.
Si dices que amas a Dios, no puedes vivir dando desprecio a
estas Palabras de Dios, que hace 30 años a este Instrumento cogió. Y estas
fueron sus primeras Palabras:
“Que Me ves dilo. Yo
contestaré a la negación que el Hombre quiera poner. Mis Huellas dejaré en
Flotación como refugio al sufrimiento que el hombre siempre pone a mis Palabras,
que mi Padre dice en Mi”.
***
Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - Cierre de Libro
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