En Sueño Profético decían:
La Presencia de Dios la lleva
siempre delante con las Huellas en Flotación, que Dios se las dejó en sus
primeros arrobos para amurallar lo que luego escribiera y contara. De no ser
así, le quitarían la fuerza con el “no” del hombre, poniéndole ejemplos de otro
Elegidos que ante hubo.
Dijo uno:
Este Poder Divino te aleja y te
pone lejos. Te avisa donde las palabras están mintiendo, y ya oyes sin oír los
oídos, que son los que trasmiten lo que otro está diciendo. Por mucho que
repitan lo mal que lo están haciendo Ministros de Dios y seglares con cargo y
dinero, no habrá papel ni pluma para repetir lo mal hecho. La publicación les
quita el disfraz que quieren tener puesto.
Desperté, oí:
¡Qué muerte más horrorosa
tiene que tener aquel
que se note morir
y remedio ya no tenga
para presentarse Aquí!
Presentarse sin poder decir:
“Señor, yo tu voluntad cumplí.
Ofrecí lo que era tuyo
y tus Palabras cumplí.
No le tuve reparo al hombre
que no quiso saber de Ti.
Ofrecí cargo y dinero
y al Instrumento creí,
por ver que eran Palabras del Cielo
que nadie podía oír.
Porque Palabras y acción,
su nombre es Evangelio.
Que lo dijiste en la Tierra
y hoy lo dices en el Cielo”.
Si estudias este Mensaje,
verás, lo mal hecho, peor hecho.
***
Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C9
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