En
Sueño Profético decían Palabras para que el Elegido las oyera, quedaran copiadas y
fueran dichas sin miedo al que quisiera saber de la Gloria:
La
primera frase es ésta: ¿Quién puede creer en Dios y dar la espalda al que diga:
“Dios me habla”? Aquí están los justificantes de que Dios le está a este
Elegido dictando todos los días un Mensaje, pasados ya más de 40 años. Estos
Mensajes son en la Gloria primero hablados, y luego, para que queden en
archivos, dictados.
La
segunda frase dice así: “De no ser Verdad Esto, en tantos años habría quedado
al descubierto, por haber sido engaño de la Palabra del Cielo”.
Y esta
es la frase tercera: ¿Quién, amando mucho a Dios, puede cambiar sus Leyes? Pues
a pesar de esto no creen en el Elegido.
Pero
el responder de este Elegido es pregonar el Amor de Dios y pensar: “Yo tengo
que sufrir y superar el sufrir, queriendo a Dios más”.
Desperté,
oí:
Hacían
en el arrobo muchas preguntas y se oían contestaciones que veías en ellas que
faltaba Amor a Dios.
Estas
contestaciones eran de espíritus que contaban sus vidas antes de pedir el
Perdón y de ser perdonados.
Había
un espíritu con Mando de Dios, que mucho nombraba el Amor de Dios. Decía:
“Este
Amor tiene la Fuerza del vendaval en la Tierra.
Yo,
cuando sentí este Amor, fue cuando me di cuenta de que vivir sin esta Fuerza no
era ser hombre de talento, ni de estudio, ni de carrera.
Este
sentir es como espíritus que al despertar cambian el cuerpo.
Si me
faltara este Amor, yo, con llanto, a Dios llamaría”.
***
Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C5
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