Cada uno tiene su sitio

En Sueño Profético decían:

Por mucho que hablen de esta Grandeza Divina, dicen poco.

Si te pones a leer estos Escritos, queriendo saber si son de Dios, antes de leer una frase sientes algo en tu interior que ya ves que no es del hombre. Son frases que dicen mucho para unos y poco para otros. Mucho, para el que a Dios ama. Y poco para el que no ama.

Dijo uno:

Esta Enseñanza, si no fuera de Dios, ya estaría retirada. Aquí puede ver el hombre que es Dios el que habla y quiere que el hombre viva Sus Palabras y que Lo busque, porque Él espera para darle entrada en Su Gloria.

Allí ya todo sobra.

Allí ya nada hace falta.

Allí ves al rico y al pobre,

al catedrático

y al que vivió entre el ganado

y nunca salió del campo

y su mirada iba al Cielo

y oía sin palabras.

Desperté, oí:

La Gloria es para todos, pero todos no quieren la Gloria.

Decían en la Gloria, que Dios decía mucho para unos y poco para otros.

Que decía poco para el que no Lo amaba y Su Gloria despreciaba.

Nombraban títulos, dinero, cargos y hombres que no habían salido del campo y su mirada ponían en el Cielo y Dios contestaba.

Y es que Aquí no hace falta nada.

Todo lo que tengas en la Tierra, en la Tierra se queda.

Y todo lo que tenga tu espíritu de Amor a Dios, tu espíritu a Dios se lo entrega.

Y ya están juntos en la Vida Eterna: pobres y ricos, listos y torpes.

Pero si en la Tierra están unidos, eso es lo que Dios quiere.

Porque cada uno tiene su sitio.

***

Libro 40 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C2