martes, 19 de noviembre de 2024

Escriba y criado

En Sueño Profético contaban Hechos ocurridos yendo los Discípulos con el Maestro.

Dijo uno:

   –Tú Felipe, ¿venías aquel día que fuimos a entrar en casa de un escriba y uno con aspecto de criado, no insultó y nos negó la entrada?

   –Sí –contestó Felipe–. ¡Qué momento de sufrimiento cuando tuvimos que contárselo al Maestro! ¡Él, que nos había mandado con tanto Amor, y tener que decirle: “Maestro, no pudimos pisar más del umbral de la puerta, y su actitud no es de tu Enseñanza”! Esto ya lo sabía el Maestro, pero no nosotros.

El Maestro se quedó atrás y los mandó, porque sabía que el dueño no amaba al Padre, y por consiguiente no oía las Palabras del Hijo.

Cuando regresaron Maestro y Discípulos, fue el dueño a dar disculpas, al que el Maestro calló con estas Palabras:

   Yo sabía que tú no creías en Mí, ni amabas a mi Padre, pero estos que me aman, no sabían tu falsedad, y el que va con el Hijo del Hombre, tiene que conocer al fariseo. Si tu criado sabe que tú me amas, no le niega la entrada al que Yo mando, porque él amaría también. Si tú me amas y tu criado no, entran mis Discípulos. En cambio, si tú no amas y tu criado sí, aunque los hubiera querido entrar, no entran mis Discípulos, porque no era respetar la Libertad que Yo enseño para que enseñen.

Esta escena quedó referida por todo el pueblo, se comentaba de unos en otros, y esto caía en algunas familias con temor.

Desperté, oí:

El Maestro quería enseñarlos a conocer al que amaba, al que lo decía y al que intentaba demostrarlo en público.

Al que esperaba irse con el más poderoso en la Tierra.

A este escriba no lo conocían como fariseo, que ese era su nombre.

Pero tampoco se destacaba como cristiano.

Esperaba ver bajar la balanza, para poner él su peso.

Dios Hombre, su predicación era con Libertad, para que con Libertad el hombre la cogiera.

Escriba y criado juntos quedaron, porque amar ninguno amaron.

Puede el criado amar y el amo no, pero no puede el amo amar y el criado no.

Juntos estuvieron en la Tierra, y juntos cumplieron condena.

No intentes engañar a Dios, que Dios tan sólo da Amor.

***

Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C7

No hay comentarios:

Publicar un comentario