En Sueño Profético contaban Hechos ocurridos yendo los Discípulos con el
Maestro.
Dijo
uno:
–Tú Felipe, ¿venías aquel día que fuimos a
entrar en casa de un escriba y uno con aspecto de criado, no insultó y nos negó
la entrada?
–Sí –contestó Felipe–. ¡Qué momento de
sufrimiento cuando tuvimos que contárselo al Maestro! ¡Él, que nos había
mandado con tanto Amor, y tener que decirle: “Maestro, no pudimos pisar más del
umbral de la puerta, y su actitud no es de tu Enseñanza”! Esto ya lo sabía el
Maestro, pero no nosotros.
El Maestro se quedó atrás y los mandó, porque sabía que el dueño no amaba al Padre, y por consiguiente no oía las Palabras del Hijo.
Cuando
regresaron Maestro y Discípulos, fue el dueño a dar disculpas, al que el
Maestro calló con estas Palabras:
–Yo
sabía que tú no creías en Mí, ni amabas a mi Padre, pero estos que me aman, no
sabían tu falsedad, y el que va con el Hijo del Hombre, tiene que conocer al
fariseo. Si tu criado sabe que tú me amas, no le niega la entrada al que Yo
mando, porque él amaría también. Si tú me amas y tu criado no, entran mis
Discípulos. En cambio, si tú no amas y tu criado sí, aunque los hubiera querido
entrar, no entran mis Discípulos, porque no era respetar la Libertad que Yo
enseño para que enseñen.
Esta
escena quedó referida por todo el pueblo, se comentaba de unos en otros, y esto
caía en algunas familias con temor.
Desperté, oí:
El
Maestro quería enseñarlos a conocer al que amaba, al que lo decía y al que
intentaba demostrarlo en público.
Al que esperaba irse con el más poderoso en la Tierra.
A
este escriba no lo conocían como fariseo, que ese era su nombre.
Pero
tampoco se destacaba como cristiano.
Esperaba
ver bajar la balanza, para poner él su peso.
Dios
Hombre, su predicación era con Libertad, para que con Libertad el hombre la
cogiera.
Escriba
y criado juntos quedaron, porque amar ninguno amaron.
Puede
el criado amar y el amo no, pero no puede el amo amar y el criado no.
Juntos
estuvieron en la Tierra, y juntos cumplieron condena.
No
intentes engañar a Dios, que Dios tan sólo da Amor.
***
Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C7
No hay comentarios:
Publicar un comentario