martes, 26 de noviembre de 2024

Las cosas de Dios sólo el Cielo puede saberlas

En Sueño Profético decían:

Por muchos obstáculos que pongan para dejar esta Sabiduría guardada, más grande será el escándalo.

Dijo uno:

Las cosas de Dios

sólo el Cielo puede saberlas.

De Aquí, con el Mando de Dios,

bajan a la Tierra.

Las cosas de Dios

tienen varias formas

y distintas respuestas.

Las cosas de Dios, pierde

el que en su contra se ponga.

Las cosas de Dios,

si no son verdad,

no firman actuación.

Todo el que este Caso

sabe y no se acerca,

no puede ir

por el Camino de Dios.

Y el que estaba cerca y se retiró,

ya tiene la renta de estar lejos de Dios.

Aunque mire al cielo y vea estrellas,

cuando mire al suelo cambia lo que vea.

Lo de Dios es Amor de gran dureza,

fuerte como nada que comprar quisieras.

No importa la muerte

que a tu cuerpo llega.

No importa el sufrimiento

que el hombre te ponga.

Este sufrimiento

es luego condena,

cuando las Palabras

quedan en ti presas,

siempre repitiendo:

“¿Por qué me aparté

estando tan cerca

de este Manantial

que da Vida Eterna?”. 


Desperté, oí:

 

¡Qué sufrimiento

tiene que tener después

el que se retiró

de este “Evangelio Diciendo”.

Unos, fueron retirados.

Otros, ellos lo quisieron.

El que Dios Aquí le da Mando

hace lo que manda el Cielo.

Nadie puede darle Mando

al espíritu sin cuerpo.

Por eso el cuerpo

obedece al Mando

que ya va dentro.

Ante esto,

los obstáculos quedan

como ceniza en el suelo.

No le grites a la Luna

cuando a ti te interese

que la noche sea oscura.

***

Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C7

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