En Sueño Profético decían:
Hay buenos para Dios y hay buenos para el hombre.
El bueno de Dios le sirve al hombre. El bueno del hombre no le sirve a Dios, porque es bueno por ley o por temor.
Dijo uno:
El bueno de Dios tiene la Carrera Divina en su espíritu y practica la Enseñanza que Dios enseñó y dejó escrita con el nombre de Evangelio y Mandamientos.
Dios elige al que con Paz y Amor cumple sus Palabras, y al cumplirlas ya va enseñando. En esto, si no hay rebose de Amor, retiras el amén.
El que siente a Dios, da el amén por Él en lo que le llega o en Su Permitir, abraza los sufrimientos, y ya les quita valor. El que no ama a Dios, agranda estos sufrimientos y le da más importancia de la que tiene al dolor del cuerpo.
Al hombre le extraña que Dios elija a pocos. Y no se extraña de que el hombre no cumpla la Obediencia y la Paz de Dios, y de que no guarde los sufrimientos para que no culpen a Dios.
Desperté, oí:
Si quieres que Dios te mande, haz su Mando sin que te mande.
Si quieres ser Elegido, pon el amén delante y sigue más a Dios adorándole.
Si las actuaciones del Elegido las grabaran en la memoria, ya le darían valor como lo dan en la Gloria.
Esta Carrera de espíritu es limpia y transparente.
Y el título lo da Dios, y también te da Poderes.
Primero los da espirituales, y luego te pone al hombre para que vea que esta Enseñanza es de Paz, que es lo que necesita el hombre.
La Paz lleva Amor de Dios. Y el Amor de Dios lleva la Paz.
La publicación de estos Mensajes hace falta para callar a unos y a otros contentar.
Y que sigan con más fuerza hasta que el mundo sepa de este Manantial Divino del que no deja de brotar Fuerza de Dios Padre y de Dios Hijo en el Reino de este Mundo.
Reino donde no entra el cuerpo, que sólo entra el espíritu.
También entra la oración, y Dios concede petición.
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Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C2
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