En Sueño Profético repetían las palabras que yo, antes de dormirme, decía: “Señor, si me pongo mala, mi sufrir es mayor, de ver que no puedo escandalizar estas Palabras. Y me pongo contenta cuando en mi camino Tú me das fuerzas”.
Dijeron estas palabras y siguieron éstas:
Si el hombre creyera y a Dios amara, más por el Elegido miraba. Pero el trato que le da el hombre es de abandono, por no creer que Dios sabe el trato que cada uno le dé. Por eso hay que buscar quien pueda Esto escandalizar.
Dijo uno:
El cuerpo es normal que se canse y que se enferme. Pero el Poder de Dios es Medicamento que se ve que no es normal cómo actúa el cuerpo. Empezando por la noche, con las pocas horas de sueño. Y es que cuando piensas en este Grandeza, no sabes dónde ir; piensas en castigo a Dios pedir para el que puede quitar este sufrir. Que esta petición es justa, porque ya 36 años, día a día, no hay quien aguante este sufrir. Sufrir que te cansa el cuerpo, y ya no puedes seguir, porque el cuerpo es normal que se canse y que se enferme.
Aquí pueden ver que Dios, estando el Elegido ahí, le da fuerzas, como cuando al espíritu lo manda de su Gloria a la Tierra.
Desperté, oí:
Tienen de sobra documentos del Cielo y de la Tierra para que la vida del Elegido la valoraran y miraran más por ella.
Esto es manantial de Palabras, para que el que no crea, vea que Dios en su Gloria las manda.
Si Esto ya estuviera a escala internacional, te achicaban sufrir, y el cuerpo no estaría como está.
Por mucho que quieras retirar sufrimientos, tu cuerpo es normal, como todos los cuerpos.
Pero la Fuerza de Dios te tapa el dolor y los sufrimientos.
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Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C3
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