En Sueño Profético hablaban de lo poco que el hombre nombra a Dios y a su Gloria. Y es que el hombre no cree en esta Eterna Vida donde Dios está en Presencia Divina.
Dijo uno:
El hombre no cree en esta Gloria porque de niño no lo enseñan a que Dios está en el Cielo y también está en la Tierra.
Aquí voy a decir unas frases que mi mujer a los hijos les decía y hacía que las aprendieran. Tres teníamos, y los tres, antes de decir padre o madre, aprendieron a decir “Dios”.
Éstas eran sus palabras:
“Enseña al niño a que a Dios
hay que quererlo primero,
porque Dios quiere a los niños
aunque no sean niños buenos.
Pero si no son buenos,
Dios sufre porque los ángeles
ya no bajan a jugar con ellos”.
Cuando los levantaba, mientras a uno vestía y a otro le daba la ropa, les decía: “Que en el día de hoy más habléis de Dios y miréis al Cielo con esta oración:
Señor,
quiero ser hombre
y quiero ser niño,
quiero quererte más,
pero dime cómo lo digo.
Quiero mirar al Cielo
y ver los angelitos.
Hoy, Señor, voy a ser bueno
y así estoy contigo”.
Desperté, oí:
A los chiquillos entretenía hablándoles del Cielo y a la vez les daba algún juguete nuevo.
Cuando lo tenían en las manos miraban al Cielo y esto les oías:
“Niño Jesús,
Te quiero mucho.
Te voy a querer más
para que los niños
te quieran y te canten
antes de la calle pisar.
Te canten esta canción:
Los niños, los corderitos
y los pajaritos
no le hacen daño a Dios.
Los niños son angelitos.
Los pajaritos, con su trino,
alegran la Gloria.
Y al cordero,
cuando Dios baja a las manos
del que Lo representa,
lo nombran”.
Si eres madre como Dios tiene mandado, enseña a tus hijos a que a Dios tienen que adorarlo.
¡Es pena que la cultura haya quitado esta asignatura!
Cuando debería ser, cuanto más cultura, más de Dios aprender.
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Libro 40 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C4
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