En Sueño Profético decían:
No hay medicamento mayor para los males del cuerpo que pedirle a Dios, con Fe y Amor, que el mal dure poco tiempo. Pues haciendo este pensar el cuerpo se enfrenta con el mal, y puede el cuerpo.
Dijo un espíritu de la Gloria:
Estas palabras son para el Elegido, pero al que ame a Dios con Fe también le sirven. Dios no niega el medicamento que mande el médico, pero en el pensar del que Dios elige, trayéndolo a su Gloria para darle Enseñanza de la Vida Eterna, tienen que ver receta. Este es el pensar del Elegido: “¿Voy a agrandar la enfermedad o no?” Aquí tienen que ver que esto es receta de espíritu con Mando de Dios. Esta receta es difícil que la practiquen porque el Elegido ve poca creencia en el Mando de Dios. Por eso, cuando su presencia es llamada por enfermos, sus primeras palabras son estas:
– Yo no soy curandera. Pues yo llevo muchos años con una enfermedad que no se cura. Pero Dios arroba mi espíritu todos los días, durante muchos años, que esto lo pueden ver en los justificantes que tengo.
Creyendo y amando sí ha hecho Dios muchos Milagros.
Desperté, oí:
A los que están aquí unidos se ve que Dios les da el ciento por uno.
Que esto no lo pueden ocultar, porque sería a Dios enfadar.
Aquí que aprisa salgan más Libros publicados, ya que es la Palabra de Dios dictada en el Arrobo.
Dicen en la Gloria que cuando llegue un mal pensar que se cante este cantar:
“Vete tentador Demonio,
que aquí quedas fracasado.
Me pase lo que me pase
a Dios lo busco y lo llamo”.
El pensar del Elegido es este:
– Señor, sin Ti no quiero nada. Quiero vivir pobreza y oír en Arrobo tus Palabras.
Pensando en estos Arrobos eres bueno si antes de conocerlos eras malo.
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Libro 71 - Te Habla El Profeta - Tomo IX
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