En Sueño Profético decían:
El tiempo pasa y la vida del cuerpo se acaba, y ya queda la Vida del espíritu, que es la Eterna. Pues esta Vida el hombre la valora menos que la del cuerpo, que es temporal. Si el hombre hiciera este pensar, ninguno perdería la Gloria cuando enterraran su cuerpo.
Sigue estas palabras un espíritu de la Gloria con Mando de Dios:
En este momento dicen en la Gloria que diga estas palabras: “Dios quiere que el hombre viva de manera que no pierda su Reino. Que este Reino de Dios espera a todo aquel que cumpla las Leyes de Dios, que son las mismas Palabras que dejó dichas cuando bajó a la Tierra a vivir con el hombre”. El Amor y la caridad al Prójimo iban unidas a estas palabras: Levantar al caído y dar el perdón al que hizo mal y ahora lo maldice, queriendo buscar a Dios para pedirle el perdón pero sin atreverse. Pues a este pecador, que decía que el perdón no lo merecía, es al que entra Dios en su Gloria.
Todo aquel que cumpla la Palabra de Dios con Paz, cuando entierren su cuerpo estará al servicio de Dios, como están los espíritus que dictan estas Palabras de Dios.
Desperté, oí:
Es sencillo ganar la Gloria y difícil para el que no cumpla la Ley de Dios, que son los Mandamientos.
Hablaban mucho en el Arrobo de la vida del cuerpo, que es temporal, y de la Vida del espíritu, que es Eterna.
Decían que la del cuerpo engañaba con las riquezas.
Y que la del espíritu, que es la Eterna, te hace sentir Paz con el Amor de Dios, despreciando el capital si a Dios no nombraban.
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Libro 70 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo X
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