En Sueño Profético decían:
Si no estás convencido de que exista Dios,
haz por convencerte.
Porque Dios te deja la Libertad,
pero en todo se hace presente.
Si no estás convencido de que exista Dios,
haz por convencerte.
Que esto nadie te lo puede hacer
como tú a Dios Lo niegues.
Hay quien niega su Existencia
por algún sufrir que tiene.
Y no se hace el pensar
de que el sufrir de Dios
se lo deje para enseñar a sufrir
cuando el sufrir les llegue.
Pues sufrir siguiendo a Dios,
enseñas y te haces fuerte.
Y ya te llega pensar:
Si yo no paso sufrir,
¿cómo decir “yo a Dios quiero”?
Y si yo antes no sufrí,
de sufrimiento no entiendo
y Dios no puede elegir”.
Dijo uno:
Elegido para enseñar,
tiene que vivir sufrimiento
y que supere el amar.
Pues espíritu con materia
tiene que sufrir pasar.
Desperté, oí:
Tenle compasión
al que le oigas decir:
“no sé lo que es sufrir”.
Tenle compasión al que diga:
“yo no aguanto
como me llegue sufrir”.
Y busca y di que te enseñe,
el que vive en el sufrir.
Para que tu sufrir lleves
sin apartarte de Aquí.
Si sufres pensando en Dios,
tú vas pisando el sufrir.
Y ya queda sucio y pobre,
que es la Enseñanza de Aquí.
Si no estás convencido de que exista Dios,
haz por convencerte.
Que esto nadie te lo puede hacer
como tú a Dios Lo niegues.
***
Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. 9-10
El que enseña tiene que haber aprendido antes, y la asignatura obligatoria de todo ser humano es el sufrimiento.Con Dios se convierte en Gloria, y sin Él en condena.
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