En Sueño Profético decían:
La Aparición se ha dado siempre con frecuencia. Unas veces, escandalizadas. Y otras, por mal aconsejadas, han quedado, en algo, secretas.
Pero Esto es al espíritu, con Enseñanza. Que mandan sea puesta esta Enseñanza en centros que empiezan a enseñar a la materia a hacer las primeras letras y a juntarlas. De esta forma será el espíritu el responsable del comportamiento del cuerpo. Porque el espíritu es el que fue mandado por Dios. Y éste tiene que dar la cuenta de cómo presentó a la materia que estaba encomendada a su cargo. Si fue para servicio de Dios o para servir al Diablo.
Si esto no lo aprende el niño, por el mayor enseñado, ya no le importa de hombre los sentimientos cuidarlos; si cuando se acaba el cuerpo, él piensa: “Todo está ya acabado”.
Dijo uno:
Esta Enseñanza es valedera para todo el que tenga cuerpo a semejanza de Dios. El cuerpo tendrá un espíritu, y este espíritu no tiene color ni clase; que el hombre ahí diferencia para darle mejor sitio, o para dejarle herencia. Aquí sólo se nombra espíritu.
Si el hombre pensara esto, no movía un dedo de la mano sin decirle al que Aquí Dios trae: “¿Cómo actúo? ¿Estará esto que voy a hacer, bien hecho? Que yo quiero que mis notas las pongan en Gloria, no en el Infierno”.
El que Aquí Dios trae teniendo ahí cuerpo, todo el que lo trate tendrá gran provecho.
Desperté, oí:
Ponerse al mando del que Dios trae,
es ponerse al Mando de Dios.
No ver bien su consejo,
es dudar que actúa Dios.
Y rebatirle palabras,
ya hay complicación,
porque Amor a Dios te falta.
Enseñanza al espíritu,
hoy no puede, así,
nadie darla.
Esto, aprende la Fe,
y el Amor a Dios acapara.
Y ya todo lo haces bien
por donde quiera que vaya.
¡Es lástima que haya pocos
practicando esta Enseñanza!
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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 177-178-179
La Enseñanza del espíritu es la auténtica cultura y nuestro mejor seguro de Vida.
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