En Sueño Profético decían:
No callar es justificar
y cundir esta Grandeza
que Dios manda al hombre desde el Cielo.
Es achicar el pecado,
es sembrar remordimiento,
es dar alegría
para el que está en lo cierto.
Es penar
para los que el Nombre de Dios les molesta,
es hacer siembra de la Palabra de Dios,
es hablar de su Existencia.
Es dar a conocer el Lugar
que tan vacío del hombre se encuentra,
con ansias de preguntar
cómo es la Vida que espera.
Es para describir la Vida,
cómo viven sin materia
los que antes ahí vivieron
y hoy vivos Aquí se encuentran.
Es para enseñar a vivir
haciendo de la materia
como otra prenda más
que el espíritu tuviera,
porque a su Mando está.
Es para pensar
en la muerte de tu cuerpo,
que después en polvo queda.
Es para que el mundo se una
olvidando las fronteras,
recordando que hay un Dios
para el mismo Cielo
y para la misma Tierra.
Y que Ése mismo dicta Amor,
Perdón y que vivan su Presencia.
Desperté, oí:
Todo lo que sea cundir
este Evangelio hoy dictado,
es obediencia a su Mando.
Éste refuerza al que hay,
para que el hombre compare.
Para que la Jerarquía
y hombres intelectuales
vean que es Palabra de Dios,
sin agrandarla ni achicarla.
Lo que sí ven es abundancia,
y fuerza al no callar,
sin respetar al que mande.
Esto es la Fuerza de Dios
arrinconando al pecado.
Frenando a los “sin Dios”.
Y dando al remordimiento
Mando para que tengan presencia
del mal que hicieron,
del que están haciendo
o del que puedan pensarlo.
Esto es Publicación:
a más enteren,
más irán enterando.
Y ya buscarán a Dios,
como Dios tiene mandado.
Porque el hombre ya vive
porque Dios le deja el Mando
de que la existencia pise.
***
Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II
Si no podemos callar las buenas noticias ni los grandes descubrimientos, no encontraremos mejor noticia para divulgar: Dios nos habla hoy.
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