En Sueño Profético decían:
Enseña más el Amor que la fuerza; te hace volver el buen trato y el mal trato te retira.
No hay represión mayor, que donde hiciste un mal te devuelvan un bien.
La moneda pagada con el mismo valor que te la dieron, es del hombre el pago.
El pagar bien, sin ocuparte del pago que a ti te dieron, esto es de Dios.
Dijo uno:
Esta es la Enseñanza que el hombre no practica, a pesar de que Dios no deja de recordarla. Pero Aquí no entra la persecución a Dios, a sus santos y a su Gloria. Este cambio de moneda es dar buen pago al que espera mal cobro, porque mal trabajo hizo en el trabajo de su comportamiento.
Desperté, oí:
Cierto que queda de estatua de piedra
el que reciba el bien
por el mal que hizo,
sin recordarle sus daños.
Pero que el mal no sea hecho
sabiendo que a Dios
va haciéndole el daño.
Ya lo dice en el Arrobo,
que ésos son otros daños.
No es lo mismo jinete
que va corriendo y pisando
sin ocuparse del trote
porque en llegar va pensando.
Que el que monta con la ira
para ir pisoteando,
haciendo carnicería
la carne que va dejando.
Aquí tienes que apartarte
porque van endemoniados.
Y Dios los dejó sin Luz
con el nombre de condenados.
Para que por donde vayan,
sean conocidos
con el nombre de diablos.
***
Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pag. 3-4
Devolver un bien por un mal recibido es dejar el papel de juez a Quien le corresponde.
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