En Sueño Profético decían:
Si dices “yo creo en Dios”,
no cambies Los Mandamientos.
Si dices “yo creo en Dios”,
haz por vivir su Evangelio,
porque al creer y cambiar
puede contestar el Cielo.
Dios se hace Hombre y enseña
para que vayan siguiéndolo.
No hacer lo que Él enseña
es porque no está bien hecho.
Dijo uno:
El Testamento de Dios, el que lo cambie tiene Aquí condenación. Que esto puede evitarlo el Representante de Dios, no aceptándole al hombre que entre ninguna reforma en la Casa de Dios, ni con el que nace ni con el que muere, ni con el rico que paga ni con el pobre por Caridad. Porque la Caridad se niega al mando que no es de Dios. Caridad es cuando media el Amor de Dios. Si no existe este Amor, es caridad satánica, y ya no es Caridad.
Desperté, oí:
El que cree en Dios y Lo ama
es chimenea,
que si hay lumbre,
por fuerza echa humo.
Si no hay lumbre,
no ves humo
y de la chimenea no hablas.
Coge el Amor de Dios
sin reformar sus Palabras,
y las chispas que ya dejes,
seguro que prenden llamas.
La reforma es al cuerpo,
a aquello que al cuerpo tapa.
Aquí tienes libertad
para dar buen ejemplo
o para hacer pecar.
Si a los pies pones zapatos
en vez de poner sandalias,
vive tranquilo y contento,
que esto a Dios no enfada.
***
Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C1
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