En Sueño Profético hablaban del progreso, del adelanto, de la cultura, de la prisa para que pasen los días y las noches, pidiéndole y exigiéndole, cada día, más al día; y cada noche, más pedirle a la noche. Decían:
Tiempos modernos, que deberían emplear el adelanto y la cultura para saber más del Cielo, y que no se conociera en lo espiritual al analfabeto.
Tiempos de prisa, tiempos modernos, que no va que el hombre dude lo que Dios manda del Cielo.
Dijo uno:
El pastor en la montaña, si tuviera duda de la Existencia de Dios, con una mirada al Cielo, Dios no se enfadaría y Dios haría que el pastor hablara de Él en la montaña. Pero el que vive del adelanto y el progreso, siempre investigando, tiene que ver que estos Escritos no son por el hombre dictados, ni jamás podrá inventarlos.
Esto, para ver lo que es, quién mejor que el progreso y el adelanto. Pero para verlo, tienen que sentir Amor como el pastor en el monte cuando al Cielo miró.
Desperté, oí:
Debería ocuparse la cultura
un poquito más del Cielo.
Y avergonzarse al oír
que no hay otro Mundo sin Cielo.
Si el culto investigara
quién le da la vida
a lo que vida tiene,
qué sencillo enseñaría
del espíritu y la muerte.
La muerte, en el espíritu,
con Dios no hay muerte.
Y la muerte del cuerpo
no la detiene ni el progreso,
ni la cultura, ni los inventos.
¡Cuántos pioneros haría
el culto amando al Cielo!
Éste, agrandaría la Gloria
y achicaría el Infierno.
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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C3
Del todo cierto, que a más adelanto, más torpeza en el espíritu y más agrandan el averno con leyes y modas que Dios tiene prohibidas.
ResponderEliminarEs mejor andar entre ovejas y cabras en la montaña que perder la Gracia de Dios por vivir en el mundo con meta en el infierno.