jueves, 19 de abril de 2018

Dios es Pastor de hombres

En Sueño Profético vi el campo y muchos corderos que todos parecían una misma piel por lo juntos que estaban. Había un hombre sentado en una gran piedra, que a veces se ponía de pie para hablarles a los corderos.

Ya dijo uno:

Al pastor lo necesitan los corderos. Y si los estudias, son Paz en silencio. Igual que en la noche, viven en el día, pero al pastor lo necesitan para que les busque pasto y que en el camino se unan. Si el pastor es buen pastor, los corderos más a él se unen. En el rebaño sin pastor, las ovejas se perderían y las encontrarían muertas sin pastor que lo sintiera. Pues lo mismo es el hombre, que necesita su guía con el nombre de Pastor para cuidar el rebaño que Dios es Dueño. Que bajó a la Tierra para enseñar a quererse sin maltratarse, como hacen las corderas, que mueren si saber pegar, sin saber matarse. Si están pastando, ves cómo se retiran y dejan sitio para que otras coman aunque les quede hambre.

Dios se hace Pastor de hombres y deja sus Palabras para que las enseñen y las digan otros pastores.

Desperté, oí:

Daba alegría y pena
el oír hablar esta noche
del pastor y las corderas,
esta noche,
que el hombre le llama Noche Buena.

Si el hombre amara a Dios,
podría ser más humilde
que los corderos los son.

Porque el cordero
es la carne y la lana.

El hombre tiene espíritu,
donde Dios deja sus Palabras.

Pídele a Dios en tus ruegos
que el hombre viva unido
como viven los corderos.

Que en los campos ponen Paz,
no sangre y hombres matados,
que se entierran sin poderles decir muertos.

Porque la muerte llegó
después que llegó el disparo,
y ya no son muertos, son matados.


***

Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C5

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