En Sueño Profético decían:
Dios está siempre premiando al hombre, pero, por falta de Amor, el hombre no Lo comprende.
Dijo uno:
¿Habrá premio mayor, que decir “yo tengo contacto con el que le habla Dios, y me explica y me cuenta lo que es la Gloria de Dios”? Lo que es la Gloria viviendo con cuerpo y esperando cada día que Dios arrobe su espíritu. Esto, muy pocos lo dicen: “Gracias Dios mío, que no merezco el oír lo que Tú, en la Gloria, has dicho horas antes; o has puesto una Visión para que la vea el espíritu; o en un cuerpo Dios hace un prodigio. Pongamos éste del día que esta noche retiró: ver cómo Dios convierte en agua lo que en su Última Cena a su Discípulos dijo: “Comed, que éste es mi cuerpo”.
Si el hombre quisiera amar a Dios, ya Dios saldría a su encuentro.
Desperté, oí:
Dios siempre está esperando
que el hombre diga: “Señor, Te quiero”.
Que no hacen falta palabras
si cumple sus Mandamientos.
Pero que sea por Amor,
no por un Mando severo.
El hombre valora lo de la Tierra
y desvalora lo del Cielo.
Sin pensar que el valor,
ya no es valor,
si no es valor para lo Eterno.
El momento de la muerte
es el que hace pensar
el camino que ya dejas,
que no puedes enmendar.
El valor que tiene
lo que haces para el Cielo,
aumenta el valor
cuando ahí queda ya el cuerpo.
***
Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C3
Cuanto tenemos que agradecer a Dios el haber sido testigos del Milagro de La Santa Comunión cuando Dios la convertía en Agua en la Boca de Anita! Guardo con mucho cariño y mucho respeto dos pañuelos que recibieron El Agua Eucarística de la Comunión de Anita
ResponderEliminarAunque viviera hasta el final del mundo me faltaría tiempo para agradecerle a Dios esta Gracia.