En Sueño Profético decían:
Ella pide que el primer Mandamiento sea cumplido, sin querer poner razones para quitarlo del primero.
El primer Mandamiento no te lo puede quitar nadie, ni encarcelado que estuvieras ni muerto tu cuerpo.
Cumpliendo el primer Mandamiento no puedes poner nada primero, porque su Amor tiene más fuerza que todo lo que tú veas en la Tierra.
El primer Mandamiento, si tú lo abrazas, Él no te deja, y ya vives su Mando y su Fuerza.
Dijo uno:
Si el hombre se presentara en todos los sitios con el primer Mandamiento, el que recibiera algo, sentiría que venía de un Dios que estaba dentro.
Desperté, oí:
Piensa, si dentro Lo llevas,
que Él se hará presente en tus palabras,
tus formas y tus maneras.
Si la vista y los andares
no lo puedes esconder,
¿cómo llevar su Amor dentro de ti
y no ser primero lo de Él?
Deja lo de la Tierra
en el último lugar,
que la tierra es culpable
de que el hombre deje
a Dios de amar.
Haz que tu cuerpo se llene
de este primer Mandamiento,
que si muchos se llenaran,
se acabaría el Infierno.
El espíritu del mal actúa
cuando le falta este lleno.
***
Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C2
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