En Sueño Profético decían:
Para servir a Dios no te hace falta el tiempo, tú Le mandas el Amor y Él ya te manda el tiempo.
Para seguir a Dios tienes que tener por dentro algo que no puedes explicar, pero que todos van viendo.
Cuando Le sirves a Dios se va de ti el cansancio y el sueño.
El cansancio ve que no le ponen descanso, y el sueño no se ve necesario, porque lo desprecia el cuerpo.
Todo es Amor queriendo, que no le hace falta descanso ni sueño. El tiempo sí lo precisa, pero de esto Dios es Dueño.
Este Dueño te da algo que ya a la vida sin Él yo le llamo sepultura.
Yo, cuando oía hablar de las cosas de la Tierra, horas y horas hablando, y el nombre de Dios no oía, ya los veía distintos.
Aquellos que yo veía, ya daban la despedida cuando a mí me veían.
El tiempo ya les faltaba, porque Amor a Dios no había.
Desperté, oí:
¡Ay Amor que llevas tiempo
para el que este Amor quiera!
¡Ay Amor que eres ladrón,
robando sueño y pereza!
Este Amor se hace ladrón
para quitarte peligros
de la mala tentación,
cuando el sufrir te ha acudido
y quiere culpar a Dios.
Ama a Dios con avaricia,
que el Amor no quede dentro,
que todos miren tus pasos,
y ya Dios te mandará tiempo.
TERESA DE ÁVILA
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Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C7
Bendito sea Dios!
ResponderEliminarTodo es precioso y grandiosa la enseñanza
La reflexión final es para esculpir en letras de oro y que la expusieran en el Altar de Teresa en Avila