En Sueño Profético decían:
Todo lo que el hombre Le hizo a Dios fue por decir Dios: “Yo Soy Dios, que mi Padre Me ha enviado del Cielo, y mi Nombre es Dios Hijo, el Mesías, que se hace Hombre para que el que quiera entre en mi Reino.
Yo Soy el Salvador del espíritu y el Bálsamo del cuerpo.
El que cree en Mí, Me busca en la alegría y en el sufrimiento”.
Dijo uno:
Ésta era una de las Predicaciones que casi siempre ponía delante cuando iba a sitios que no era conocido como Dios.
Desperté, oí:
Cuando era conocido, Le hacían preguntas, y Él contestaba con la Sabiduría Divina que el Padre en Él mandaba.
Yo Le oí más de una respuesta con estas Palabras:
“Eso no lo has dicho tú. Eso viene de mi Padre para que Yo conteste y aprendan los que Me oyen. Los que Me oyen, aunque ahora no estén aquí.
Pero el que crea en Mí, luego os oirá a vosotros y ya Me estará oyendo a Mí, por ser mías las Palabras”.
Otras veces, a las preguntas que le hacían sin creer que era Dios, contestaba sin Palabras.
Primero veían su Poder, y luego oían sus Palabras.
Había veces que en el mismo sitio hacía una tapia de sombra en medio de los hombres.
Otras veces de viento. Estando las ropas puestas juntas, unas se balanceaban con fuerza, y otras quedaban como telas que el escultor pone.
Vieron salir de los cuerpos, a su Mando, a los demonios.
Esto se cundió y no pudieron callarlo, como todo lo que hace Dios.
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Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C5
Es imposible que unas Palabras así salgan de cabeza humana
ResponderEliminarSólo Dios puede hablar con esta Majestad una y otra vez sin repetir las Palabras
Que es Dios,es verdad,y que da miedo tanta grandeza ignorada, también es verdad