jueves, 6 de agosto de 2020

Dejad que los niños se acerquen a Mí

En Sueño Profético decían:

Si el hombre supiera valorar lo que valor tiene, no podría valorar nada con más valor que lo que va del Cielo.

El que vive el mismo tiempo que el que Dios coge para que queden en la Historia sus hechos y palabras –que Aquí ya le dieron–, si no valora este Lugar, no merece que sus súplicas –cuando le llegue el suplicar–, sean oídas Aquí en el Cielo.

Dijo uno:

¡Cómo puede el hombre vivir esta indiferencia sabiendo que se tiene que morir! Que poniendo tan sólo en su pensamiento la duda de si habrá otro sitio cuando el cuerpo muera, si esta duda le llegara, seguro que buscaría donde dijeran: “allí Dios dicen que habla”. Y cuando llegara al sitio, el “dicen” ya lo cambiaba, con las manos en el Evangelio y haciendo juramento a Dios: “Yo cundiré en todos sitios que Esto es Palabra de Dios”.

Desperté, oí:

Creer en la Gloria y no acudir donde digan que Dios habla: cambia el creer por desmentir y di que después de muerto ya no hay nada.

Decían mucho en la Gloria: ¡Hombre que valora al hombre y no valora lo que Dios le manda!

¡Hombres que valoran el pecado cuando dejan esta Enseñanza!

Enseñanza que debía estar unida a su Nacimiento, Muerte y Resurrección, en la Primera Enseñanza.

El hombre pone castigo con retirar las Palabras que Jesús dice a los niños:

Venid donde Yo estoy, que sois los primeros aquí en la Tierra y también en el Cielo”.

Y a los hombres les dice:

Dejad que los niños se acerquen a Mí, que yo les dejo contacto de mi Gloria, que es su mayor alimento para el crecimiento de sus cuerpos”.

“Y así siempre obedecerá el cuerpo al espíritu y no perderán mi Reino
”.

Si esto el hombre no enseña, castigo pone a los niños y pueden llegar a hombres y perder el Reino que Dios les ha prometido.


***

Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C7

1 comentario:

  1. Mientras no se ponga todo lo de Dios lo primero y lo segundo y lo tercero,que es lo principal ,justo y necesario, ira la humanidad cada vez peor.
    Nos hace falta un escarmiento para que se haga su Voluntad aquí en la tierra como se hace en el Cielo

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