En Sueño Profético decían:
La Luz Divina va
dentro del cuerpo. Pues Dios se la manda en muchos momentos a los que Le sirven
cuando el hombre pone oscuridad con palabras que son para la Tierra, pero no
para el que lleve este mandar.
Dijo uno:
Si Dios no le diera
Luz a los ojos del espíritu, no podría enseñar y quedaría en ridículo su buena
voluntad, como les pasa a muchos hombres buenos, que cualquiera el silencio les
da con sus palabras de libros y su necia vanidad, que van dando tropezones por
vivir oscuridad.
El lugar que Dios
coge, siempre te puede guiar mejor que los catedráticos, abogados o talentos
universales. Todo el saber de la Tierra, en la Tierra quedará, no como el saber
del espíritu, que siempre flotando está, esperando que Dios le dé su mandar.
Este saber siempre lleva Luz, aunque vaya a donde vivan oscuridad.
Desperté, oí:
Qué mal pago le da
el hombre a los que Dios les da el Saber para enseñar a que valoren primero lo
del espíritu y luego lo que ahí aprende, bien de carrera u oficio.
El que lleva Luz
Divina ve al hombre que se cree importante, como garabato que un niño pinta.
Como payaso que
actúa para la inocencia de los niños.
Como hoja en otoño,
que cae y todos pisan.
Todo el que le dé
valor a lo de la Tierra antes que a lo del Cielo, va viviendo oscuridad.
El espíritu que
vive sin el cuerpo los momentos del Arrobo, ya lleva Sabiduría y a todos ve
como párvulos.
¡A todos los que
quieren enfrentarse con la Palabra del Cielo!
Los que ellos
mismos se hacen párvulos, son para Dios los primeros.
Estas Palabras Él
las dijo y su nombre es Evangelio:
–Haceos niños y entraréis en mi Reino.
¿Cómo les extraña a
los hombres lo que hoy está diciendo, si es Dios, está Vivo y no está muerto?
***
Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VIII - C5
Que gran razón lleva el Mensaje y también el Mensajero.
ResponderEliminarQue aburridos son los que hablan nada más que de este suelo.
Riquezas las de Dios!
Palabras ricas y exquisitas las Suyas!
Gracias a Dios que no es la eternidad en este feo destierro.