El Poder es el que al Mundo sostiene

En Sueño Profético decían:

El hombre cree todo lo que es dicho por el hombre, y pone gran duda a todo lo que se dice de Dios. Ningún hombre se ha visto nacer y todos creen donde les dicen que han nacido, cuando puestos unos de acuerdo, pueden cambiar al niño. Ningún hombre piensa esto, aunque no tenga parecido ni a padres ni a abuelos –que por eso no es que no sea su hijo, porque puede salir a algún antiguo parentesco–.

Dejemos esta comparación y cojamos a los médicos, que sin quererse equivocar a cuántos mandan al cementerio. Todos entregan el cuerpo al cirujano para que corte el pedazo que él cree que debe cortar. ¿No puede pensar el hombre, que llegue al médico con una pierna que le duela, sin razón para escayolarla, y que el médico quiera entablillarla por alguna antipatía o por hacerse una buena propaganda, dando primero su nombre y después viendo la pierna sana, porque sana la escayolaron?

Desperté, oí:

No se trata de afirmar que esto pase o no pase.

Es hacerle pensar al hombre, que si no puede pasarle.

Pues porque no pone en Dios su confianza tan grande, que diciendo “Dios lo dice”, el Amén tienes que darle.

Los Elegidos son pocos porque pocos son los que esto dicen:

“Yo sé que el Poder es el que al Mundo sostiene”.

Pues qué importancia tiene ya lo que digan que de Él viene.

Estos que piensan así, son los que Dios trae a su Gloria antes de que muerte les llegue.

¡Qué comparaciones ponen, tan justas en esta Gloria!

Pues a los cultos y a los rudos les sirven igual para no perder la Gloria.

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Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VIII - C4